El popular reguetonero cubano Oniel Bebeshito cobró cuatro millones de pesos por su reciente concierto en Cienfuegos, donde decenas de personas tuvieron que quedarse fuera del Tropisur, pese a que tenían entradas comparadas e hicieron cola desde horas antes. Bebeshito, posiblemente el reguetonero más popular de Cuba, acudió a Cienfuegos contratado por dos pequeñas empresas privadas, que tuvieron que pedir la intervención de la policía ante los incidentes violentos desatados por parte de los asistentes. No fue a través de la entidad de Cultura, sino los negocios La Buena Vibra y Luna Mar, con la participación de Javier Álvarez Hernández, Coordinador de Programas y Objetivos del Gobierno al frente de Cultura, Recreación y Deporte, gestor principal que cerró el negocio con el cantante. La información que se acaba de filtrar es que ambas MIPYMES le hicieron la propuesta a Javier Álvarez y negociaron con él. Al parecer, la comisión de Cultura lo aprobó, a pesar del rechazo que mostraron los propios directivos. Según fuentes internas dentro del gobierno provincial, es mucho el dinero que Javier Álvarez se tuvo que haber metido en el bolsillo.
Para quienes no han seguido la serie sobre la corrupción en la provincia titulada La Mafia de Cienfuegos, la tercera parte de la investigación arrojó datos irrefutables sobre el vínculo de dos funcionarios del gobierno con los negocios mencionados. Esos funcionarios son Javier Álvarez y Eduardo Walfrido Coll Rodríguez, Vicepresidente del Gobierno Provincial. Foto tomada del perfil de Facebook del artista
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