Sin luz al final del Túnel


(Por Totí)
He recibido varios mensajes que expresan el malestar y la eterna agonía que está experimentando todo el pueblo en este momento. Hace una semana comenzaron los apagones generales en Cruces. La oscuridad es tan densa que es imposible caminar por cualquier lugar, y el riesgo de buscarse problemas o ser violentado en la calle hace que se evite salir. Ahora, todos los días sin falta, cortan la corriente durante ocho a diez horas seguidas, luego la restablecen durante dos o tres horas y vuelven a cortarla por otras ocho a diez horas seguidas. Durante el día, es más común no tener corriente que tenerla. Los horarios normales de las familias ya se han roto; todas las tareas del hogar se realizan en horarios inusuales. Estamos experimentando la realidad de que no hay corriente eléctrica diariamente. Aquellas personas que dependen de equipos eléctricos no pueden cocinar a la hora programada debido a la falta de corriente, lo que lleva a almuerzos y cenas fuera de horario, afectando así la unión familiar en la mesa. Los trabajos y negocios que requieren electricidad están paralizados, lo que repercute en la prestación de servicios a la población. Cambios insignificantes no hacen progresar nada. Los pequeños cambios, como las palabras sutiles, suelen obstaculizar el pensamiento que busca expresar la idea. Lo entorpecen con sus ambigüedades y terminan siendo parte del problema. Los pequeños cambios solo harán que termines siendo el relevo de otro y te conviertas en alguien peor o más fácilmente sustituible que el anterior. Estamos estancados en el mismo lugar del que prometieron sacarnos con esperanzas.
Compartir:  

Comentarios