El presente artículo es NO APTO para quienes en tiempos pasados llegaron a disfrutar de los carnavales en Cruces. Las autoridades han tenido que retirar el vocablo carnaval, porque simplemente la gran fiesta que marcaba la Batalla de Maltiempo ha degenerado en algo espantoso. La primera metamorfosis se produjo cuando desapareció la comparsa, los muñecones y la extensa variedad de comida con el inicio del período especial en los años 90. Sólo que nadie se imaginó que ese enorme lagarto de la miseria nos dejaría su fétido ano para el final. ¿Semana de la cultura o festejos populares? Es hora de definir realmente lo que es eso: una Saturnalia, “La fiesta de los esclavos romanos”, para embriagarse y desordenarse como recompensa del arduo trabajo en el campo. Sólo que las Saturnales romanas eran mil veces mejores que las que disfruta el pueblo de Cruces hoy en día, pues en aquellos tiempos los esclavos recibían una ración extra de comida y vino sin necesidad de pagar. Para usted acceder a las Saturnales de Cruces debe de ir forrado en dinero. Bocadito de puerco: 200 pesos, manzana: 200 pesos, aparatos para montar a un niño: 20 pesos la vueltecita, cerveza: 170-210 pesos, el vasito de piña colada: 100 pesos. No voy a seguir que la lista de horrores es larga. Toda la venduta la han proveído los particulares, porque el gobierno de Cruces no tiene dinero ni para sacarle una muela a la Secretaria del Partido. Absolutamente nada. Sin embargo, lo más aterrador ha sido “la gran ausencia”. Solamente 300 personas deambulaban por el prado entre 6 y 8 de la noche, una noche que solía reunir a miles de crucences y personas que viajaban desde otros pueblos. Cruces es ahora uno más de los pueblos fantasmas que pululan en toda Cuba, rodeado por la oscuridad y la desesperación.
El carnaval más triste que ha vivido Cruces en toda su historia
El presente artículo es NO APTO para quienes en tiempos pasados llegaron a disfrutar de los carnavales en Cruces. Las autoridades han tenido que retirar el vocablo carnaval, porque simplemente la gran fiesta que marcaba la Batalla de Maltiempo ha degenerado en algo espantoso. La primera metamorfosis se produjo cuando desapareció la comparsa, los muñecones y la extensa variedad de comida con el inicio del período especial en los años 90. Sólo que nadie se imaginó que ese enorme lagarto de la miseria nos dejaría su fétido ano para el final. ¿Semana de la cultura o festejos populares? Es hora de definir realmente lo que es eso: una Saturnalia, “La fiesta de los esclavos romanos”, para embriagarse y desordenarse como recompensa del arduo trabajo en el campo. Sólo que las Saturnales romanas eran mil veces mejores que las que disfruta el pueblo de Cruces hoy en día, pues en aquellos tiempos los esclavos recibían una ración extra de comida y vino sin necesidad de pagar. Para usted acceder a las Saturnales de Cruces debe de ir forrado en dinero. Bocadito de puerco: 200 pesos, manzana: 200 pesos, aparatos para montar a un niño: 20 pesos la vueltecita, cerveza: 170-210 pesos, el vasito de piña colada: 100 pesos. No voy a seguir que la lista de horrores es larga. Toda la venduta la han proveído los particulares, porque el gobierno de Cruces no tiene dinero ni para sacarle una muela a la Secretaria del Partido. Absolutamente nada. Sin embargo, lo más aterrador ha sido “la gran ausencia”. Solamente 300 personas deambulaban por el prado entre 6 y 8 de la noche, una noche que solía reunir a miles de crucences y personas que viajaban desde otros pueblos. Cruces es ahora uno más de los pueblos fantasmas que pululan en toda Cuba, rodeado por la oscuridad y la desesperación.
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