Cola en Cruces esperando carne


Jamás se había visto una cola a las 8 de la noche en los portales de la bodega que se encuentra en la carretera central. Han pasado ya unos días de este evento, pero demuestra el hambre y la desesperación de nuestro humilde pueblo, que no encuentra amparo de ningún tipo y ya no sabe a quién rezar. El pueblo tuvo que volcarse a las bodegas, porque en ellas venderían unas libras de carne a un precio astronómico y debían de ser vendidas a una hora específica porque el estado no tenía forma de conservarla. ¿De qué forma podría? Un estado que se está descomponiendo así mismo, no puede preservar absolutamente nada. ¿Y los que no tenían en sus manos esa cantidad de dinero? Se habrán llevado el olor, como recuerdo. ¡Qué trato tan humillante e inhumano! Cada día lo que se vive es una eterna pesadilla que no termina. El descontento aumenta, entre aquellos que antes defendían el sistema con uñas y dientes. Poco a poco la realidad les está demostrando que estaban defendiendo un sistema que atenta contra sus propias vidas.
 
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