Quien le iba a decir al dueño de esta casa, que después de combatir en nombre de la revolución, el techo de la casa se le vendría literalmente abajo y ni un auxilio, ni la más mínima gestión, vendría de ese gobierno por cual un día estuvo dispuesto a ofrecer su vida. Hoy a sus 80 años, con sondas puestas permanentemente, lidiando con epilepsias y otros graves problemas de salud, contempla el agujero en el cielo y la desidia en la tierra. Una de sus hijas que tiene 4 niños ya fue a ver a Gema Margarita Homen López. No vamos a reproducir aquí la respuesta que recibió. Solamente la podemos calificar de repugnante, indolente, inhumana y llena de arrogancia que sobrepasa la soberbia. No les importa ni un comino lo que pase con nadie, ni tan siquiera a esos que en un pasado remoto, sirvieron a la causa que hoy los entrona. Fue una revolución para robar, usar y mantener gente parásita a costa del pueblo cubano. Eso fue lo que parió. El otro descarado es un tal Luis Enrique y la Barbarita de Vivienda, gente que se presta al peloteo y al maltrato. Mientras tanto quedan bajo el hueco del cielo, esta familia en total desamparo.
Familia de Cruces en total desamparo
Quien le iba a decir al dueño de esta casa, que después de combatir en nombre de la revolución, el techo de la casa se le vendría literalmente abajo y ni un auxilio, ni la más mínima gestión, vendría de ese gobierno por cual un día estuvo dispuesto a ofrecer su vida. Hoy a sus 80 años, con sondas puestas permanentemente, lidiando con epilepsias y otros graves problemas de salud, contempla el agujero en el cielo y la desidia en la tierra. Una de sus hijas que tiene 4 niños ya fue a ver a Gema Margarita Homen López. No vamos a reproducir aquí la respuesta que recibió. Solamente la podemos calificar de repugnante, indolente, inhumana y llena de arrogancia que sobrepasa la soberbia. No les importa ni un comino lo que pase con nadie, ni tan siquiera a esos que en un pasado remoto, sirvieron a la causa que hoy los entrona. Fue una revolución para robar, usar y mantener gente parásita a costa del pueblo cubano. Eso fue lo que parió. El otro descarado es un tal Luis Enrique y la Barbarita de Vivienda, gente que se presta al peloteo y al maltrato. Mientras tanto quedan bajo el hueco del cielo, esta familia en total desamparo.
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