Esclavos de la fruta bomba

Hay por los alrededores de Horquitas un retrato vivo de la explotación laboral en Cuba. La gente que ha ido por esa parte a buscar fruta bomba se ha encontrado a este grupo de campesinos pasando hambre, lejos de sus casas con tal de sacar algo de dinero a la tierra. ¿Por qué pocos de ellos duermen? Tienen que velar los cultivos de fruta bomba para que un ladrón no se las lleve. A este grupo de personas algunos han preferido llamarles “los esclavos de la fruta bomba”, por las condiciones tan lamentables en que viven. El país que una vez se hartó de la igualdad social y haber eliminado la explotación del hombre por el hombre, ha terminado multiplicando la desigualdad y la explotación. Administradores y directivos que tienen a su disposición trabajadores para su propio beneficio; dependientes que tienen que dividir con sus jefes las ganancias para evitar ser despedidos; las multas abusivas, los decomisos arbitrarios, la tajada para el jefe. Detrás de todos estos peses queda lo más vulnerable de nuestro país: el campesino que tiene muy poco que sacar de la miseria que le ha tocado.