Aparecen los principales sospechosos del asesinato de Yoilén Acosta Torriente

Aparecen los principales sospechosos del asesinato de Yoilén Acosta Torriente, de 18 años de edad en el municipio de Cruces: Yarelkui Aguilar y su pareja Asniel Chao, aunque no se descarta que existan más personas involucradas en este horrendo crimen. El hallazgo se produjo después que la policía entrara a la base de datos de ETECSA y rastreara las últimas llamadas que se realizaron al teléfono de la víctima, después que ésta saliera a un mandado en su bicicleta cerca de las 8 de la noche el 29 de enero. El plan de Yoilén era regresar lo antes posible, para dirigirse luego a la discoteca del pueblo. Desgraciadamente dicho plan nunca se concretó, pues una de estas llamadas telefónicas, fue la que posibilitó un encuentro que le costó la vida. 
Lo que sabemos hasta ahora es que en horas de la noche, los asesinos quemaron su cuerpo en un cañaveral, cerca de la pollera del municipio. Sin embargo, la causa de la muerte no fue por quemadura, sino debido a una sustancia tóxica que le pusieron en la boca. El hallazgo del cadáver se produce, luego que la policía “apretara” a uno de los principales sospechosos involucrados en el caso. Respecto a ellos, se sabe que son una pareja de mala reputación, mezclados en casos de proxenetismo y otros turbios negocios. Yarelkui Aguilar trabajó para el gobierno de Cruces, mientras que Asniel Chao tiene un historial delictivo. Un dato relacionado con Asniel, es que su hermano fue condenado por asesinar a un hombre llamado Ángel, que vivía frente al tribunal municipal. 
Ayer en la mañana, tras una velada muy breve, el cuerpo de Yoilén Acosta Torriente recibió el descanso final en el cementerio de Cruces. No han faltado perfiles inescrupulosos publicando en las redes sociales conjeturas y falsos supuestos sobre la víctima, sin respetar el dolor de la familia y el hecho de que existe una investigación en curso. Y esa verdad se conocerá cuando las autoridades lleguen al fondo de sus pesquisas. Todos los que hemos sido sacudidos por esta trágica noticia nos hacemos la misma pregunta: cuál fue el motivo del crimen. Pero no debe esto dar pie a lanzar hipótesis que terminan lastimando a quienes jamás podrán recuperarse de una herida semejante. No arrojemos más dolor al dolor. Queda la memoria de una muchacha muy joven, cuya luz ha sido arrebatada repentinamente, cercenada de esta tierra por el capricho.