La mitad del Pre-Universitario de Cruces suspendió los exámenes finales del curso pasado. No estamos hablando de 3 o 5 estudiantes, sino de la mitad de todo el PRE. Un dato como este revela el estado tan alarmante en que se encuentra la educación en Cuba y el rumbo en que van las cosas. Hay varios factores que pudieron influenciar en el desastre: los apagones para empezar. El tormento que sufre día a día la población en medio de tantas vicisitudes aflora de diferentes maneras y nadie escapa a la frustración. Profesores que han tenido que hacer un esfuerzo supremo para llegar a las aulas, estudiantes agotados sin haber podido dormir durante toda la noche. Al principio hubo padres que reaccionaron no enviando sus hijos a las escuelas, pero en una situación que no tiene para cuándo parar, tuvieron que ceder ante la realidad. No hay libros de textos, ni recursos escolares. La formación pedagógica es muy irregular y por lo general deficiente. Los maestros que aún quedan con vocación, tienen que enfrentarse a un dilema muy complejo, su fatiga personal y la de sus alumnos. Antes que iniciara el nuevo curso, aún no se sabía con qué cantidad de maestros contaba el municipio, pues fueron muchos los que habían abandonado el país o estaban en planes de hacerlo. Por encima de todas estas dificultades materiales que acabo de mencionar, surge la más grave de todas: la falta de motivación, sobre todo en los jóvenes de Pre-Universitario en adelante. A raíz de una conversación que mantuve con diferentes estudiantes procedentes del PRE, el IPVCE Carlos Roloff en Cumanayagua y el Centro Politécnico José Gregorio en Cienfuegos, pudimos realizar una encuesta cuyo resultado fue abrumador. El 97.5% de los estudiantes no visualiza ninguna carrera o proyecto de vida en Cuba.
La mitad del Pre-Universitario suspende los exámenes
La mitad del Pre-Universitario de Cruces suspendió los exámenes finales del curso pasado. No estamos hablando de 3 o 5 estudiantes, sino de la mitad de todo el PRE. Un dato como este revela el estado tan alarmante en que se encuentra la educación en Cuba y el rumbo en que van las cosas. Hay varios factores que pudieron influenciar en el desastre: los apagones para empezar. El tormento que sufre día a día la población en medio de tantas vicisitudes aflora de diferentes maneras y nadie escapa a la frustración. Profesores que han tenido que hacer un esfuerzo supremo para llegar a las aulas, estudiantes agotados sin haber podido dormir durante toda la noche. Al principio hubo padres que reaccionaron no enviando sus hijos a las escuelas, pero en una situación que no tiene para cuándo parar, tuvieron que ceder ante la realidad. No hay libros de textos, ni recursos escolares. La formación pedagógica es muy irregular y por lo general deficiente. Los maestros que aún quedan con vocación, tienen que enfrentarse a un dilema muy complejo, su fatiga personal y la de sus alumnos. Antes que iniciara el nuevo curso, aún no se sabía con qué cantidad de maestros contaba el municipio, pues fueron muchos los que habían abandonado el país o estaban en planes de hacerlo. Por encima de todas estas dificultades materiales que acabo de mencionar, surge la más grave de todas: la falta de motivación, sobre todo en los jóvenes de Pre-Universitario en adelante. A raíz de una conversación que mantuve con diferentes estudiantes procedentes del PRE, el IPVCE Carlos Roloff en Cumanayagua y el Centro Politécnico José Gregorio en Cienfuegos, pudimos realizar una encuesta cuyo resultado fue abrumador. El 97.5% de los estudiantes no visualiza ninguna carrera o proyecto de vida en Cuba.
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