Estadísticas negativas en Lajas

(Por Clarín de Lajas) En el histórico Liceo de Santa Isabel de las Lajas reinaron las caras tristes y la decepción este jueves 8 de diciembre mientras desarrollaban el Balance Municipal de Cultura en un año cargado de estadísticas negativas. Para empezar no hubo presencia de ningún funcionario del Partido, ni del Poder Popular, lo cual muestra a todas luces el “interés” que le ponen a este asunto. Los visitantes de las instituciones culturales que venían de la Dirección Provincial quedaron estupefactos ante la notable ausencia de fuerza técnica (dígase instructores, metodólogos, promotores, etc). Una Casa de Cultura que siempre se había caracterizado por un  fuerte movimiento artístico ha tenido un año en que ha tocado fondo con una pronunciada sequía de aficionados y unidades artísticas. La escandalosa fuga de instructores no se pudo ocultar, como tampoco la poca motivación de los que quedan. Pero lo que más preocupa es que en estos momentos lo mismo el Museo que la Biblioteca Municipal están a punto de venirse abajo y no se está haciendo nada para evitar esta tragedia. Son inmuebles históricos y muy antiguos del pueblo que llevan años sin recibir mantenimiento, el techo no aguanta más y alarma que en ellos se atesora gran parte del sentir de los lajeros y todo eso pudiera desaparecer. ¿En manos de qué demonio insensible se están dejando los destinos de este hermoso terruño al que el inolvidable Benny Moré llamó su “Rincón Querido”? Por otra parte los Grupos Portadores de Tradición con muchísimos años dándole alegrías y reconocimientos al municipio como “Lira Tropical” han sido abandonados en el olvido, le entregaron toda su vida al arte y los directivos no han sido capaces de ofrecerles siquiera un espacio en la deprimida programación cultural. Imaginen cuánta decepción se supone que deben callar esos ancianos aficionados de toda la vida, dando constantemente sin recibir nada a cambio. Muchas sensibilidades se estremecieron en el aún preservado salón principal del Liceo y algunos defendieron con energía el papel que han desempeñado incansablemente, pero las soluciones no asomaron por ningún lado. Más bien los directivos de la provincia lo que hicieron fue abandonar a su suerte a todos con la amenaza de que a partir de enero con la puesta en práctica de la autonomía de los municipios, son ellos mismos los que deben buscar soluciones. Y se marcharon, solo les faltó lavarse las manos como Poncio Pilato. Como diría Julio César “La suerte está echada”.