Bloqueo vs Realidad


Unos le llaman bloqueo, otros lo definen como embargo, yo vengo a hablarles de la realidad. ¿Cuál palabra produce más lástima, embargo o bloqueo? ¿Cuál de ellas escogería quien quisiera hacerse pasar por víctima de un conflicto? Supongamos que adoptamos una actitud suiza y preferimos quedar neutral. ¿Por qué fueron impuestas esas restricciones económicas a Cuba por parte de los Estados Unidos? ¿Cambiaría en algo la vida de los cubanos si se levantaran? En 1960 Fidel Castro nacionalizó múltiples compañías estadounidenses sin compensación de ningún tipo. Es decir: se robó 38 empresas, entre ellas 36 centrales azucareros, compañías de teléfonos y electricidad. Impuso un aumento en los aranceles a las importaciones de productos estadounidenses. Sin embargo, no le bastó y ordenó la confiscación de los bancos extranjeros y el resto de las empresas que quedaban en Cuba. ¿Qué respuesta debe de tomar un país, cuyos empresarios y ciudadanos son despojados de sus propiedades e inversiones, sin recibir la más mínima compensación? ¿Cruzarse de brazos y chuparse el dedo? En qué consistieron entonces las medidas: Prohibir las exportaciones de Estados Unidos hacia Cuba y la importación de productos producidos en Cuba hacia los Estados Unidos, con la excepción de algunos alimentos y medicinas. Estados Unidos no le impide a la isla comerciar con otros países. Esto no parece sonar a la definición de “bloqueo”. Porque un bloqueo sería literalmente bloquear el territorio marítimo de la isla de Cuba, acontecimiento que tuvo lugar una vez, cuando el país vecino aplicó un bloqueo naval para evitar la llegada de más misiles balísticos con capacidad nuclear de la Unión Soviética. Claro, la palabra bloqueo es más rimbombante. Se presta a buscar la simpatía o lástima hacia un régimen que quiere mostrarse como la víctima en un conflicto, donde él fue el agresor. Durante el tiempo en que la Unión Soviética mantenía a la isla, el bloqueo se mencionaba, pero no era el argumento central que justificara la incompetencia del sistema comunista. Era tanta la abundancia, que el petróleo se derramaba. Riqueza que se despilfarró. Una parte se diluyó en misiones internacionalistas, en proyectos absurdos, en funcionarios incompetentes, corruptos. Pero ni un sólo rublo enviado desde la Unión Soviética adelantó un tramo de la autopista nacional, por citar un ejemplo. Cuba ha recibido más ayuda extranjera que ningún país de América Latina. Puedes abrirles la cueva de Ali Baba, entregarles 10 lámparas mágicas con un genio paciente y benefactor  que le cumpla no tres, sino mil deseos y al final, verás el mismo país tal cual está. Destruido. Porque el principal problema de Cuba es el sistema. La planificación centralizada, la concentración excesiva de poder, la falta de libertades empresariales, de autonomía y determinación del pueblo. El control de la asamblea nacional en asuntos que no le compete, la administración en manos de funcionarios colocados por su lealtad ideológica y no por su capacidad de gestión. La falta absoluta de libertad. (foto: dirigentes y miembros del MININT en el Teatro Aparicio de la localidad de Cruces)

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