Creo que muy pocos olvidan la ocasión en que el Presidente Miguel Díaz Canel a pocos días de poner en práctica la "Tarea Ordenamiento" expresara que no permitiría que los precios se dispararan con la subida de salarios. Demasiado cinismo es inolvidable, sobre todo cuando él mismo a aprobado la subida de precio en la canasta básica progresivamente. Lo más reciente es el popular café mezclado "Hola" que la gente conoce como "Chicharín" que se vendía a 4 pesos MN en la Bodega, luego subió a 8 pesos y ahora subió a 11 pesos, dejando claro que no hay precios fijos y que la tendencia es seguir aumentando, pero no la cantidad ni la calidad, sino el precio. Pero para no dejar solo al café, (producto que casi todo cubano consume y oferta a las visitas por la famosa hospitalidad que nos caracteriza), decidieron aumentar también el precio del picadillo de soya que mensualmente se oferta por la libreta. Algo que costaba $8.50 por persona pasó a $22.00 por persona. Casi triplicado algo que no aumentó en calidad y hay que consumir rápido, no sea que los apagones lo descongelen y se eche a perder. El pueblo no tiene otra opción que no sea comprarlo aunque el discurso vaya por un lado y la realidad por otro. Esto llegó sin previo aviso para todos. Por qué no hicieron un referendo como el del Código de Familia y le preguntaron al pueblo si estaban de acuerdo con esa subida de precios?
Aumenta el precio del café de la bodega a 11 pesos
Creo que muy pocos olvidan la ocasión en que el Presidente Miguel Díaz Canel a pocos días de poner en práctica la "Tarea Ordenamiento" expresara que no permitiría que los precios se dispararan con la subida de salarios. Demasiado cinismo es inolvidable, sobre todo cuando él mismo a aprobado la subida de precio en la canasta básica progresivamente. Lo más reciente es el popular café mezclado "Hola" que la gente conoce como "Chicharín" que se vendía a 4 pesos MN en la Bodega, luego subió a 8 pesos y ahora subió a 11 pesos, dejando claro que no hay precios fijos y que la tendencia es seguir aumentando, pero no la cantidad ni la calidad, sino el precio. Pero para no dejar solo al café, (producto que casi todo cubano consume y oferta a las visitas por la famosa hospitalidad que nos caracteriza), decidieron aumentar también el precio del picadillo de soya que mensualmente se oferta por la libreta. Algo que costaba $8.50 por persona pasó a $22.00 por persona. Casi triplicado algo que no aumentó en calidad y hay que consumir rápido, no sea que los apagones lo descongelen y se eche a perder. El pueblo no tiene otra opción que no sea comprarlo aunque el discurso vaya por un lado y la realidad por otro. Esto llegó sin previo aviso para todos. Por qué no hicieron un referendo como el del Código de Familia y le preguntaron al pueblo si estaban de acuerdo con esa subida de precios?
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