No va haber arroz que comer para inicios de 2023. Los pocos campesinos que están recogiendo la siembra de primavera lo están haciendo para su propio consumo y el de sus familias. Hace tiempo una absurda política económica ha llevado a los trabajadores del campo a no entregarles el sudor de su trabajo al gobierno. En su intento por detener la inflación que produce una economía centralizada, el estado ha impuesto un precio que no concuerda ni remotamente con la inversión que se produce en el campo. En muchas ocaciones, acuden a artimañas engañosas y, cansados de estas sucias jugarretas, el guajiro cubano prefiere no vender al estado. A esto se suman dos factores más: el déficit de combustible y de electricidad al que han restringido a todos los campesinos. No hay forma de cultivar la tierra con un litro de petróleo a 100-120 pesos y 500 kilowatt como límite de electricidad. Actualmente el valor de un saco de arroz ronda el precio de 5000 pesos. Para colmo, porque a perro flaco todo son pulgas, en la provincia de Cienfuegos los grandes productores de Aguada de Pasajeros sembraron de cinco a seis cordeles solamente. No hace falta esperar a que llegue octubre para saber que el país no tendrá arroz ni para cuatro meses. Tal parece que en su intento por amortiguar los apagones, el estado cubano olvidó otro tipo de apagón, el que se producirá en el estómago.
2023 sin arroz en Cuba
No va haber arroz que comer para inicios de 2023. Los pocos campesinos que están recogiendo la siembra de primavera lo están haciendo para su propio consumo y el de sus familias. Hace tiempo una absurda política económica ha llevado a los trabajadores del campo a no entregarles el sudor de su trabajo al gobierno. En su intento por detener la inflación que produce una economía centralizada, el estado ha impuesto un precio que no concuerda ni remotamente con la inversión que se produce en el campo. En muchas ocaciones, acuden a artimañas engañosas y, cansados de estas sucias jugarretas, el guajiro cubano prefiere no vender al estado. A esto se suman dos factores más: el déficit de combustible y de electricidad al que han restringido a todos los campesinos. No hay forma de cultivar la tierra con un litro de petróleo a 100-120 pesos y 500 kilowatt como límite de electricidad. Actualmente el valor de un saco de arroz ronda el precio de 5000 pesos. Para colmo, porque a perro flaco todo son pulgas, en la provincia de Cienfuegos los grandes productores de Aguada de Pasajeros sembraron de cinco a seis cordeles solamente. No hace falta esperar a que llegue octubre para saber que el país no tendrá arroz ni para cuatro meses. Tal parece que en su intento por amortiguar los apagones, el estado cubano olvidó otro tipo de apagón, el que se producirá en el estómago.
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